El transporte por carretera es vital para la economía española, siendo uno de los motores de generación de empleo. Por la red pasa el 94% de las toneladas transportadas del país. El sector del transporte, que representa casi el 3% del PIB nacional, se ha enfrentado a un 2019 complejo, y actualmente sigue manteniendo una situación que sigue planteando retos, sobre todo en relación a precios, tecnología y competencias. Aún así, trasladar mercancías de una punta a otra de una ciudad o a cientos de kilómetros de distancia es una de las actividades que gana cada vez más peso en la riqueza de los países. A pesar de que la crisis se cobró un gran número de pequeñas empresas, sigue siendo un sector muy atomizado, aunque la tendencia apunta hacia un tejido empresarial más centralizado, ya sea con flotas propias o de subcontratación.
En febrero del pasado año, después haberse retrasado más de lo previsto a causa de los cambios políticos en España, entró en vigor el Reglamento de Ordenación de los Transportes Terrestres (ROTT), que presentó novedades significativas para el sector, tales como:
- Nuevos requisitos académicos para poder acceder a la profesión de transportista. Para poder ejercer la profesión se necesitará un título de transportista u operador de transporte que, exigirá un nivel académico previo mínimo: el título de bachiller o equivalente, o bien el título de FP de grado medio.
- Deberá existir una relación entre transportista y empresa. La vinculación entre el título de competencia profesional y la empresa titular de la actividad empresarial será real y efectiva, “exigiendo una vinculación laboral a jornada completa”. También lo será el desarrollo de actividades de supervisión en todas las áreas de la empresa, pasando a denominarse gestor de transporte -anteriormente denominado capacitado-.
- Se regula la honorabilidad. Ahora, por una infracción muy grave o tres infracciones graves, se puede perder la autorización de transportistas durante un año.
- Eliminación del actual requisito de flota mínima. El Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea declara ilegal la necesidad de un número mínimo de vehículos, impuesta por la normativa española, para el acceso a la profesión de transportista.
- La modificación del reglamento de transporte apuesta por una evidente tramitación electrónica de procedimientos. La desaparición de la tarjeta de transporte como documento acreditativo de la correspondiente autorización o la comprobación de documentos vía registros públicos serán algunos de los cambios.
Sin embargo, los retos a los que se enfrenta el sector son múltiples y variados:
La subida del impuesto del gasoil y la falta de medidas para la creación del un gasoil profesional, afecta a la mayoría de los transportistas de nuestro país, que siendo autónomos deben asumir está subida de manera individual, salvo que decidan incrementar estas subidas en sus tarifas, algo que es altamente improbable.
Recientemente se daba luz verde al Real Decreto por el que se podrá obligar a los camioneros desviarse a autopistas de peaje por razones de seguridad, fluidez de tráfico o motivos medioambientales. Este desvío obligatorio supondrá un incremento de entre 12 y 15 céntimos por kilómetro recorrido. En cuanto a los desplazamientos, las restricciones de tráfico en la almendra central de las grandes capitales, supondrá una importante traba para los profesionales de transporte ligero.
Aunque la tecnología está cada vez más presente, hay muchas empresas que están teniendo problemas con la transformación digital. No es el caso de Caliche que, con 50 años de experiencia, ofrecen sus servicios con soluciones personalizadas y seguras, y la trazabilidad continua de la carga durante todo el trayecto. La implementación de sistemas de geoposicionamiento y navegación; aplicaciones móviles para la gestión de cargas y el control de flotas; sistemas de trazabilidad para conocer el estado y la ubicación de la carga, las cartas de porte electrónica (e-CMR) para mejorar el tracking o rastreo de los documentos y agilizar los procesos de facturación que contribuyen a preservar el medioambiente, son el futuro inmediato de este sector.
Las asociaciones de transportistas reclaman la necesidad de homogeneizar los criterios de actuación y aplicación uniforme de la regulación normativa del sector, evitando así distorsiones y burocracias innecesarias a sus empresas, ya que, la aplicación de criterios divergentes en las distintas Comunidades Autónomas, obliga a la empresas a consultar las sedes electrónicas de todas ellas, complicando su labor y además, no garantiza la unidad de mercado, así como la competencia leal en el transporte por carretera en España.
La escasez actual de conductores, según las cifras que ha publicado la Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU), podría alcanzar el 30% en un año, si no se toman medidas inmediatas. Esta tendencia, que no sólo afecta a España, si no también a más países en la Unión Europea, se debe a que la demanda de conductores sigue creciendo y la contratación se ha paralizado.
Todos estos grandes retos, sumados a la responsabilidad que la sociedad reclama respecto al cambio climático, hace necesario que el transporte se oriente hacia una utilización más eficiente de los recursos, y a que se tengan en cuenta sus reivindicaciones por parte de la administración, ya que es un sector que si falla afectaría de forma estructural a la organización actual de nuestro país.