Pasamos un tercio del día en el trabajo. Si restamos 7 horas diarias que necesitamos para dormir, estamos más tiempo en la oficina del que dedicamos a nosotros mismos. Para aprovechar el tiempo, organizamos nuestros asuntos personales en torno al lugar y tiempo de trabajo. Utilizamos los descansos para atender recados personales, buscamos un gimnasio, un supermercado o un dentista que nos coja cerca de la oficina. Instalar un área de taquillas en el centro de trabajo es una idea interesante, pero es necesario valorar los pros y los contras antes de colocarlas.
Partamos de un supuesto. Llegamos a las 9 de la mañana a la oficina en moto. Cogemos la moto porque el tráfico en la ciudad está muy mal y cuesta menos aparcar la motocicleta que encontrar una plaza libre de aparcamiento para el coche que no nos salga por un ojo de la cara. Entramos en el edificio y guardamos el casco de la moto y la chaqueta en la taquilla. Dejamos también allí una bolsa de deporte que llevamos con nosotros, pues cuando salgamos del trabajo tenemos pensado pasar un rato por el gimnasio. Sacamos de la bolsa un termo con café. Hay mucha faena y hay que estar despierto. A eso de las 12 nos hemos terminado el café del termo. Lo guardamos en la taquilla. A nuestro jefe no le gusta ver enseres personales encima de la mesa de trabajo.
Nuestra pareja nos ha mandado un WhatsApp para recordarnos que esta noche tenemos que ir a cenar a casa de sus padres. Nos propone que como a las 2 del mediodía paramos una hora para comer, por qué no nos encargamos de comprar una botella de vino en el supermercado que está cerca de la oficina, así tenemos un detalle con el suegro. Aprovechamos la hora de la comida para hacer el recado en un plis plas. Antes de subir a la oficina y hacer las últimas horas de trabajo, dejamos la botella de vino en la taquilla. Mientras estamos terminando un informe, a nuestro móvil nos llega un mensaje de que nos acaban de entregar el paquete de una compra que hicimos por internet. Dimos la dirección de la oficina. En el área de taquillas hay un taquillero digital para la entrega y recogida de paquetes. Nos permiten recibir paquetes personales mientras no abusemos demasiado del servicio. Es una suerte, si lo llevaran a casa no iban a encontrar a nadie durante todo el día.
Son las 6 de la tarde. Es hora de salir. Pasamos por la taquilla y recogemos la chaqueta, el casco de la moto, la bolsa de deporte, el termo y la botella de vino. En otra taquilla tenemos el paquete que hemos recibido de internet. Unos compañeros nos dicen de ir a tomar una cerveza al bar de la esquina, pero hoy no, andamos muy liados. Necesitamos una hora de cardio en el gimnasio antes de ir a ver al suegro. Cuando llegamos a casa, tenemos el tiempo justo de ducharnos, cambiarnos de ropa y coger el coche para ir a cenar a casa de los padres de nuestra pareja.
Tener un área de taquillas en el edificio de la oficina mejora las condiciones de los trabajadores y mantiene el orden en las instalaciones.
Beneficios.
- Espacio exclusivo y personal. Gracias a las taquillas, cada trabajador tiene un espacio donde dejar sus pertenencias personales y no preocuparse de ellas durante la jornada laboral. Es un lugar exclusivo, donde podrá tener sus cosas recogidas sin miedo a que se mezclen o se confundan con las de otro compañero. Allí podrá dejar prendas y objetos que no va a necesitar hasta que salga. Como el abrigo o las llaves del coche.
- Seguridad. Al estar guardadas bajo llave o con cualquier otro sistema de seguridad, está protegidas ante cualquier posible robo o extravío. Hasta en el supuesto de dejarlas olvidadas a la salida del trabajo, las pertenencias se encuentran protegidas hasta el día siguiente. El que un trabajador tenga una taquilla personal con unas llaves o una contraseña que controla solo él, le da la seguridad de que sus objetos personales se encuentran a buen recaudo.
- Recepción de paquetería. Taquicel, una empresa fabricante e instaladora de taquillas, nos recuerda la existencia de taquillas digitales para el envío y recogida de paquetería. Algunas empresas de reparto y mensajería recogen y entregan paquetes en taquillas sincronizadas a las que se tiene acceso mediante una contraseña temporal enviada por mensaje. Es una opción cómoda tanto para los receptores como para la empresa de transporte. Los receptores no tienen que estar pendientes de que los encuentren y recogen el paquete cuando les venga bien. La empresa de transporte no debe preocuparse de encontrar al destinatario. Es un sistema seguro y personalizado, que puede utilizar la empresa para uso propio o permitir su acceso a los empleados.
- Orden. Tener todos los enseres personales de los trabajadores recogidos en un área potencia el orden en la oficina. No da opción a que el material de la oficina se entremezcle con objetos ajenos. Separa con claridad los dos ámbitos. El laboral y el extra-laboral. Facilita una entrada y salida ordenada de los trabajadores del centro de trabajo, dejando y recogiendo sus enseres de sus taquillas personales. Este gesto facilita tener el espacio de trabajo ordenado durante toda la jornada laboral.
- Limpieza. A estos cuatro beneficios, la revista Cultura Generalitat añade la limpieza y la desinfección. Según cuentan ellos, hasta antes de la pandemia del COVID-19, las taquillas se limpiaban de vez en cuando. En la actualidad se hace a diario, utilizando alcohol y otros biocidas, convirtiéndola en una de las zonas mejor desinfectadas del centro. La instalación de las taquillas suele coincidir con espacios bien ventilados. El material empleado en su construcción, bien sea metal o plástico, es resistente a los productos químicos de limpieza y las más diversas condiciones ambientales.
Inconvenientes.
- El espacio. Uno de los problemas que se le puede presentar a un edificio de oficinas o a una empresa para colocar un área de taquillas es el espacio disponible. Más aún, si pretende conceder una taquilla de uso personal a cada trabajador. Las empresas fabricantes de taquillas suelen fabricar módulos a media, partiendo del espacio disponible y adaptándose a las condiciones del sitio. La variedad de materiales permite que se coloquen igual a la entrada del edificio, en un pasillo o en un vestuario. Existe una amplia gama de diseños, que pueden hacer que la zona de taquillas luzca elegante y moderna.
- Mantenimiento. Las empresas ya tienen bastantes cosas de las que preocuparse como para añadirles tareas extra. Tener una zona de taquillas requiere un mantenimiento mínimo. Aparte de la limpieza, el centro debe asegurarse de que las taquillas funcionan en perfecta condiciones. Que las puestas abren y cierran correctamente y cambiar las cerraduras en el momento en el que se estropeen. Algunas empresas que alquilan las taquillas se encargan personalmente de su mantenimiento. Esto incluye desde las clásicas taquillas metálicas de llave hasta módulos más modernos de taquillas digitales.
- Control de las llaves. Uno de los problemas que aparecen a cualquier centro que coloca taquillas es el asunto de las llaves. Sucede igual en un centro educativo, laboral o en unas instalaciones deportivas. ¿Qué pasa si el usuario pierde las llaves? ¿Debe guardar el centro una copia de llaves de reserva pos si suceden imprevistos? La perdida de llaves implica romper la cerradura para abrir la taquilla, lo que supone un gasto extra. ¿Qué sucede cuando una taquilla pasa de un titular a otro? ¿Hay que cambiar la cerradura? Las nuevas taquillas digitales resuelven este problema. Cada taquilla se abre por medio de una contraseña personal que el usuario introduce en un teclado táctil instalado en un lateral del módulo. También se permite el acceso a través de una aplicación descargada en el teléfono móvil.
- ¿Un gasto innecesario? En la revista digital info comentan un caso real. Una residencia geriátrica amplió los baños del vestuario del personal. Por motivos de espacio, sustituyó las taquillas de uso personal por otras rotativas. Cada trabajador utilizaba la taquilla que encontraba libre. Los empleados protestaron. Decían, que si querían, por ley, cada auxiliar debía disponer de dos taquillas, para separar la ropa de trabajo de la ropa de calle. La residencia fue objeto de una inspección de trabajo. A los pocos días, la dirección del centro recibió un requerimiento que exigía la instalación de taquillas dobles individualizadas.
“La falta de taquillas dobles o mecanismos que eviten que la ropa de trabajo no entre en contacto con la ropa de calle supone un incumplimiento del artículo 14.3 de la Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales (BOE del 10) 7.3 y 7.4 del Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo. (BOE del 24).”
En algunos sectores, por motivos de seguridad e higiene, las taquillas dejan de ser una opción para convertirse en un requisito imprescindible.