Todos estaremos de acuerdo en que en los últimos años hemos pasado tiempos complicados. La famosa crisis tuvo efecto sobre una buena parte de la población e incluso actualmente muchas personas siguen buscando empleo o teniendo que marcharse de España ante el mal estado de la economía.
Yo fui uno de aquellos que trabajaron en el sector de las hipotecas, llegué a ganar mucho dinero haciendo reunificaciones hipotecarias. Allá por 2005 era sencillo montar una empresa de intermediación crediticia con los bancos, esto hizo que me animara a tener mi propia empresa con 25 años.
Podríamos decir que mi aventura empezó tan rápida como un Ferrari, pero terminó frenada en seco en 2008 después de más de medio año viendo como no ingresaba dinero ni para cubrir el alquiler del local. Con 28 años había conocido ya los dos lados del emprendimiento, el éxito y la debacle.
Varios años después y tras más tiempo del que me hubiera gustado engrosando las listas del paro, un amigo me animó a dedicarme a la intermediación de nuevo, pero esta vez en un sector que siempre me había entretenido, el de los automóviles, más concretamente el sector de los coches de gama alta.
El negocio que puse en marcha con mi socio tenía un objetivo, adquirir todos aquellos taxis sin demasiados kilómetros y en buen estado, así como los vehículos con conductor de alta gama para traerlos a España. Un mercado donde pensamos que tendríamos futuro, coches bastante buenos a unos precios más económicos y que solían estar cuidados de manera impecable por sus dueños.
Entre los trámites que tuvimos que afrontar hubo uno donde necesitábamos ayuda profesional, nuestro mercado era comprar coches en Bélgica y Alemania, pero para ello había que luchar bastante por encontrar los que estuvieran en buen estado y además necesitábamos, tanto con los particulares como con los concesionarios multimarca u oficiales un traductor jurado alemán y un traductor jurado francés.
Estos dos idiomas eran con los que más teníamos que lidiar cuando teníamos que enviar o recibir documentaciones y no podían darse confusiones. Está claro que cuando quieres dar un servicio de calidad y que deje satisfecho al cliente se deben dar todas las garantías posibles y no queríamos confusiones ni fallos de ningún tipo.
Entre todas las ofertas que vimos en una semana de intensa documentación optamos por confiar en traductorjurado.org. Una empresa que vimos que ofrecía los servicios de traducción que necesitábamos y además contaban con la autorización del Ministerio para hacerlo, lo que siempre genera mayor seguridad y da más confianza.
Un negocio de éxito
Llevamos 3 años con la empresa y la verdad que no podemos quejarnos, la mayoría de los Mercedes de servicio taxi de ciudades como Bruselas o Munich son nuestros objetivos y los compramos para después venderlos una vez revisados convenientemente y contando siempre con la garantía y documentación en regla verificada gracias a los servicios de traducción.
El contar con un profesional que te ayuda a mantener una comunicación fluida a nivel documental es imprescindible en nuestra actividad y cuando encima logras una relación de confianza podemos decir que se convierten casi en un colaborador más de nuestra empresa.
Emprender una aventura apasionante
Desde aquí os animo a que sigáis vuestros instintos y en caso de no encontrar trabajo, echadle valor si podéis y a buscar ideas para emprender vuestra aventura empresarial. Durante muchos años y a muchas generaciones como el caso de la mía, nos animaron a estudiar una carrera para tener un buen trabajo o a ser funcionarios, pero nunca nos abrieron los ojos con la otra vía, la del emprendimiento.
Para tener éxito, te recomiendo que mires atentamente como está el mercado y en donde quieres especializarte, esto junto a donde se situará tu negocio son factores clave. Hay que ser realistas, pero también tener una pizca de ambición y de suerte, aunque esto último se minimiza bastante si haces un buen trabajo antes para que tengas la mayor seguridad posible sobre la viabilidad de tu futuro negocio.
Recuerda que el próximo negocio de éxito está esperando a que alguien lo descubra y… tú puedes ser el agraciado. No te rindas, ya que el que la sigue la consigue.