Costumbres que pueden dañar tus dientes sin que lo sepas

La salud dental es un pilar fundamental de nuestro bienestar general, y muchas veces, ciertas costumbres cotidianas pueden pasar desapercibidas como factores potenciales dañinos para nuestros dientes. En este artículo os vamos a enseñar prácticas comunes que pueden comprometer la salud bucal pero que muy pocos saben, y cómo podemos evitarlas para mantener una sonrisa saludable y radiante.

La mejor opción: educar desde la edad más temprana en el hábito del cuidado de los dientes

La prevención de malos hábitos que pueden dañar los dientes comienza desde la infancia. Establecer rutinas saludables desde una edad temprana no solo contribuye al bienestar dental a lo largo de la vida, sino que también sienta las bases para hábitos duraderos.

Iniciar la educación sobre el cuidado dental desde los primeros años de vida es esencial para combatir prácticas perjudiciales. La introducción temprana de hábitos como el cepillado regular, el uso del hilo dental y la limitación de alimentos azucarados crea una conciencia crucial sobre la importancia del cuidado bucal. Los padres y cuidadores desempeñan un papel fundamental al modelar y enseñar estos comportamientos, estableciendo así la importancia de la higiene oral en la rutina diaria de los niños.

La prevención de hábitos como el consumo excesivo de azúcares y el uso prolongado de chupetes o biberones puede evitar problemas dentales futuros. Limitar la exposición a alimentos y bebidas azucaradas desde la infancia ayuda a prevenir la formación de caries, una de las principales preocupaciones en la salud dental. Asimismo, fomentar la transición de hábitos como el uso del chupete hacia prácticas más saludables en etapas posteriores contribuye a un desarrollo dental adecuado.

La educación temprana no solo se centra en las prácticas de higiene oral, sino también en la importancia de las visitas regulares al dentista. Establecer una relación positiva con la atención dental desde la infancia promueve la comprensión de la importancia de las revisiones periódicas y la prevención de problemas bucales.

Listado de consejos para no dañar los dientes

Ortodoncia – Gran Vía 51, clínica dental con años de experiencia en el tratamiento de todo tipo de enfermedades, nos ofrece un listado muy curioso sobre hábitos comunes que dañan los dientes sin que siquiera lo sepamos:

-Morder objetos duros: Una de las costumbres más comunes, pero menos reconocidas es morder objetos duros como hielo, lápices o incluso botellas de plástico. Esta acción repetida puede causar grietas, fisuras o incluso fracturas en el esmalte dental. A largo plazo, la mordedura de objetos duros puede debilitar los dientes, aumentando el riesgo de daños y la necesidad de tratamientos dentales más invasivos como empastes, coronas o incluso extracciones.

-Utilizar los dientes como herramientas: Hablando de morder objetos duros… usar los dientes para abrir botellas, rasgar etiquetas o hilos de morder es otra costumbre perjudicial que puede comprometer la integridad de los dientes. Los dientes están diseñados para masticar alimentos, no para realizar tareas como las mencionadas. Al utilizar los dientes de esta manera, se corre el riesgo de dañar el esmalte, desplazar los dientes o incluso provocar lesiones en las encías.

-Consumo excesivo de alimentos y bebidas ácidas: ¿Te gustan las ensaladas o los zumos cítricos? Cuidado, porque, aunque sean mucho más saludables que una caja de dulces, también pueden dañar tus dientes. Aunque consumir estos alimentos no se trate de una costumbre en sí misma, el consumo excesivo de alimentos y bebidas ácidas como los cítricos, refrescos y bebidas energéticas puede erosionar el esmalte dental con el tiempo. La exposición frecuente a ácidos puede debilitar el esmalte, haciendo que los dientes sean más susceptibles a la caries, la sensibilidad dental y otros problemas dentales. Te aconsejamos que esperes más de media hora antes de lavarte los dientes, si has consumido este tipo de alimentos y que te justo cuando termines de comerlos te enjuagues la boca con agua.

-Cepillado agresivo: Si bien es crucial cepillarse los dientes regularmente, hacerlo de manera demasiado agresiva puede ser contraproducente. Un cepillado demasiado vigoroso puede desgastar el esmalte dental, irritar las encías y provocar la retracción gingival. Es importante utilizar un cepillo dental de cerdas suaves y cepillar los dientes con movimientos suaves y circulares para eliminar la placa y los restos de alimentos sin dañar las estructuras dentales. No porque el cepillo sea más duro se limpiarán mejor los restos de comida, esto, más que ayudar, puede provocar el efecto contrario.

-Chuparse el dedo o el pulgar: En niños pequeños, chuparse el dedo o chuparse el pulgar es una costumbre común que puede afectar la alineación de los dientes y la estructura ósea facial si persiste más allá de la primera infancia. Esta acción repetida puede causar maloclusiones, problemas de mordida y desarrollos óseos anómalos que pueden requerir intervenciones ortodónticas para corregir. Pero no solo ocurre en los niños, muchos adultos tienen esta manía, provocando el mismo tipo de daños que podrían provocar el usar nuestros dientes como herramientas o morder cosas duras.

-Consumo excesivo de azúcares y alimentos pegajosos: Esto sí que es sabido y es que, una dieta rica en azúcares y alimentos pegajosos como caramelos, gominolas y chicles puede ser altamente perjudicial para la salud dental. Estos alimentos se adhieren a los dientes y proporcionan un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias que producen ácidos dañinos. Con el tiempo, la exposición continua a estos ácidos puede erosionar el esmalte dental, aumentando el riesgo de caries, sensibilidad dental y otros problemas dentales. Optar por alimentos bajos en azúcares añadidos y pegajosidad, y mantener una buena higiene bucal después de consumir estos alimentos, puede ayudar a minimizar los riesgos asociados.

-Fumar y el consumo excesivo de alcohol: El tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol no solo tienen efectos negativos en la salud general, sino que también pueden causar daños significativos en la salud dental. El humo puede provocar decoloración dental, enfermedades de las encías, pérdida ósea y aumentar el riesgo de cáncer oral. Por otro lado, el consumo excesivo de alcohol puede deshidratar la boca, reducir la producción de saliva y aumentar el riesgo de caries y enfermedades periodontales. Limitar o evitar el tabaco y moderar el consumo de alcohol puede contribuir significativamente a mantener una salud dental óptima.

-No reemplazar el cepillo dental regularmente: Utilizar un cepillo dental desgastado o viejo es una costumbre común pero dañina que puede comprometer la eficacia del cepillado. Las cerdas desgastadas pueden no limpiar adecuadamente los dientes y las encías, permitiendo la acumulación de placa, bacterias y restos de alimentos. Se recomienda reemplazar el cepillo dental cada tres a cuatro meses o antes si las cerdas están desgastadas o si se ha tenido una enfermedad oral para garantizar una limpieza eficaz y prevenir problemas dentales relacionados con la higiene bucal inadecuada.

¿Afecta la práctica de ejercicio físico en la salud de nuestros dientes?

El ejercicio físico, en sí mismo, no tiene un impacto directo negativo en la salud de los dientes; De hecho, mantener un estilo de vida activo y saludable puede beneficiar la salud general, incluida la salud bucal. Sin embargo, existen ciertos factores relacionados con la actividad física que podrían influir indirectamente en la salud dental:

-La saliva y la deshidratación: Durante el ejercicio intenso, especialmente en ambientes cálidos, es común experimentar una mayor pérdida de líquidos a través del sudor, lo que puede llevar a la deshidratación. La deshidratación puede reducir la producción de saliva, un componente crucial para mantener la salud bucal. La saliva ayuda a neutralizar los ácidos producidos por las bacterias en la boca, remineraliza el esmalte dental y ayuda en la digestión. Por lo tanto, es fundamental mantenerse hidratado durante el ejercicio para asegurar una producción adecuada de saliva y proteger contra la sequía bucal y otros problemas dentales asociados.

-El consumo continuo de bebidas energéticas y suplementos: Algunas personas que realizan ejercicio físico intenso o de larga duración pueden consumir bebidas energéticas o suplementos para mejorar el rendimiento y la recuperación. Muchas de estas bebidas y suplementos contienen altos niveles de azúcares añadidos y ácidos que pueden ser perjudiciales para los dientes si se consumen con frecuencia. El consumo regular de bebidas energéticas puede aumentar el riesgo de caries, erosión del esmalte dental y otros problemas dentales. Si es necesario consumir estas bebidas o suplementos, es aconsejable hacerlo con moderación y enjuagarse la boca con agua después para reducir el impacto negativo en la salud dental.

-La respiración incorrecta a través de la boca: Durante el ejercicio intenso, es posible que algunas personas respiren principalmente por la boca en lugar de por la nariz. La respiración constante a través de la boca puede contribuir a la sequía bucal, reduciendo la producción de saliva y aumentando el riesgo de caries, enfermedades de las encías y otros problemas dentales. Fomentar una respiración adecuada y mantenerse hidratado puede ayudar a mitigar estos efectos negativos en la salud bucal.

Todos sabemos que la salud dental es una parte integral de nuestro bienestar general, y evitar costumbres dañinas es fundamental para mantener una sonrisa saludable y funcional a lo largo del tiempo. Al ser conscientes de estas prácticas comunes pero perjudiciales y tomar medidas preventivas, como visitas regulares al dentista, mantener una buena higiene bucal y adoptar hábitos saludables, podemos proteger nuestros dientes y encías de daños innecesarios y disfrutar de una salud oral óptima durante el mayor tiempo posible y evitarnos procedimientos incómodos y costosos todo lo que sea posible.